Es Celebrado cada año días antes de Semana Santa y es de las fiestas mas
grandes que hay en la colonia. Aunque existen 6 fiestas grandes o mayordomías:
§ De la Virgen de la Candelaria
virgen de la Santísima Trinidad
§ De la Virgen del Rosario
LA RIQUEZA GASTRONÓMICA DE LAS FIESTAS
La riqueza gastronómica
incluye más de 200 platillos. Los 16 pueblos originales preservan
la cocina prehispánica y tradicional con platillos como: pato silvestre en
mixmole, o conejo en chile pasilla y guajillo, pipián, arroz, ahuaute, asado de
puerco con pulque, metlapil de pescado, ancas de rana en chile verde con lengua
de vaca, toras de hongo de escopetilla con arroz, huazontle en chile pasilla,
tortitas de amaranto, pollo en pipían, mole con pollo.
Otros platillos
tradicionales de la zona son: chichicuilote en salsa verde, tamales de
verdolagas, ahuautle en salsa con nopales, mole rojo con gallina, dulces de
calabaza, camote, pan de muerto, tamales de frijol, dulce de camote, tepache,
agua de Jamaica y dulces con piloncillo.
Para los pueblos de
Santa María Aztahuacán, Barrio de San Pedro, Santa Cruz, Meyehualco, San
Lorenzo Tezonco, San Antonio y San Sebastián impulsan el reconocimiento de su
muestra gastronómica y prestigio internacional por la variedad de sus
platillos, lo complicado de su elaboración y rareza en algunos casos.
Sin embargo, con el
desarrollo de todas las comunidades y el alto costo de ciertos ingredientes
propician el alejamiento de los platillos precolombinos en las mesas populares
de los capitalinos y en algunas regiones también se ocasiona la desaparición de
los utensilios de cocina, como el metate para moler granos y semillas, el
molcajete, recipiente para triturar y moler alimentos, sobre todo para preparar
salsas, las ollas y cazuelas de barro cocido, y los canastos o chiquihuites.
Los pueblos originarios
de Iztapalapa rescatan con el testimonio de especialistas y nativos de la
demarcación los múltiples productos con los que se destacan y sobreviven en el
menú de los capitalinos, por lo que el acervo gastronómico ahora son
acompañados por carnes de animales domésticos, peces de agua dulce, aves de
corral, cereales, semillas y oleaginosas, por lo que se impulsan las
exposiciones artesanales, actividades artísticas y culturales, talleres y
materiales audio visuales sobre la elaboración de múltiples e invaluables
platillos.
Las comunidades que se
encuentran en la ribera del Lago de Texcoco tuvieron una gran variedad de
guisos tanto lacustre (patos, chichicuilotes, ahuautle, pescados) como del
campo (conejo, hurón, tusas, zorrillos, maíz, frijol, quelite, verdolagas,
quintoniles, xocoyoli, etc.) muchos de estos guisos se compartían en todos los
pueblos, si olvidar que de un mismo platillo surgen distintas variantes, ya que
cada región lo prepara a su gusto.
El pueblo de Santa María
Aztahuacán, Santa Cruz Meyehualco, Santa María Atlazolpa, San Antonio
Culhuacán, San Sebastián y otros preparaban comidas y platillos comunes como
mole de pato, mixmole, tortas de ahuautle, tlapiques, tamales de frijol,
alverjón, garbanzo o haba, tamales de verdolagas, totopos, gorditas de manteca,
frijoles quebrados, sopas de gato, necuatole, etc.